Han pasado ya las Fiestas de Quito de este año, famosas por las farras, el chupe y desgraciadamente también por los toros (la Fiesta Brava que le dicen). No era raro encontrar grupos de amigos oficinistas, vecinos, parientes, conocidos, vaciles y demás trepados en una chiva o arremolinados a la entrada de un bar o una discoteca en la Foch; lo que buscaban era "ambiente".Esta palabrita no tiene nada que ver con lo que se está discutiendo en Coppenhague por estos días, se refiere a la suma de los siguientes elementos:
- Un Pun chis, pun chis, pun chis a tan alto volumen que se escucha a 10 cuadras de distancia.
- 43.527 personas arrejuntadas en un espacio de 15X15 metros, dizque bailando.

- Reguetón, merengue, tecnoreguetón, tecnomerengue y salsa (pero de Salsa Kids o Maelo Ruiz, ni soñar de Lavoe o Blades).
- Total repudio a temas de Rock Clásico, máximo pop ochentero y por diez minutos, si no se mata el "ambiente".
- El que se sienta dos minutos a descansar es un aburrido, aguado o antipático.
- Hay que amanecerse sacándose la madre bailando, y es admirable que las personas a las que les encanta hacer esto, se horroricen cuando se les menciona caminata, trote o ejercicio.
Existen un montón de ingredientes más, pero estos son los básicos, se les puede reemplazar con estar bajo un sol canicular entre un montón más grande todavía de gente viendo un desfile pero no por el hecho de conocer nuestra cultura ancestral sino porque se reparte trago a lo bestia y se baila lo que sea que pongan. Ahora bien, cabe el término de antipático o pesado a los que nos gusta un "ambiente" más relajado, de charla, de chistes, acompañados de una bielita, un cigarrillo y buena música? Estoy de acuerdo en que hay que hacer de todo, tolerar otros estilos de vida, pero existen quienes viven obsesionados con el "ambiente", a tal punto que ni siquiera desean entender el sentido de las canciones que bailan hasta que las fuerzas no dan más.
Insisto, para sudar a lo bestia y bajar de peso, es más saludable un régimen de aeróbicos o trote que meterse en una salita con cincuenta mil llamingos, atrofiándose los oidos por el ruido ensordecedor y embutiéndose de trago. Ah! cierto, es hasta más económico salir a un parque a hacer deporte regularmente. Las energías son generales, no solo para ciertas cosas.








Se nos fue el gran capitán, como lo mencioné en una nota anterior, el primer ecuatoriano de un equipo ecuatoriano en levantar la Copa Libertadores de América y ahora la Recopa Sudamericana. Llegó calladito, aunque dicen que no quería venir yo no lo creo, después de un discretísimo 2002 en Barcelona, se le abría la oportunidad en Liga que pretendía armar un gran equipo para el 2003; bajo el mando de Fossati, tuvo que pelearla con Alfonsito Obregón (en esa época casi imposible) y con el Negro Lucho (González). Hacia la liguilla empezó a consolidarse pero como un tercer volante mixto. El inicio del romance con la hinchada blanca fue el golazo en el 2-1 al Nacional, que consagró a Liga como campeón de ese año, también se comió un penal ese día pero no importa.

Ha tenido altibajos, pero nadie puede discutir que la banda izquierda de Liga por fin tuvo a un dueño irreprochable, antes estuvo Neicer, Capurro, Guamán, llegó Paúl y todo fue diferente. Ambrosi, aunque estés ahora con la camiseta “canalla” sabemos que la blanca nunca se desprenderá de tu piel y de tu corazón. Te esperamos en tu casa: LIGA DEPORTIVA UNIVERSITARIA.












