martes, 15 de septiembre de 2009

SI VAS PARA CHILE

Imagínense la escena de una noche de Quito, en plena transición de verano a invierno, un sábado hace un año y dos días. Más detalles para completar la imagen? Frente a la Carolina en la escalinata del Ministerio de Educación, un frío que rompía… cualquier intención. Una de las noches más chéveres que he disfrutado en cuanto a música se refiere.

Gratis brother, gratis. Era el festival de arte en la calle, o algo así, y voy con mi esposa como siempre acolitadora aunque no le guste mi música, mi hermano y un par de panas. Y salen a escena los chamos de Arcabuz, bien pero tan deslenguados como el Sixto Vizuete cuando se pone a hablar demás. Guardarraya mejoró mucho el concierto y nos preparó para lo que venía: el Alvarito Henríquez y su combo, más conocidos como Los Tres.



Excelente show de los manes. Sinceramente yo no conocía más de 5 canciones de ellos, por eso la mayor parte fue como descubrir a una banda nueva, a pesar de que oficialmente empezaron el año 85. Oír en vivo La Torre de Babel con Titae tocando el contrabajo, es otro nivel y así desfilaron canciones emblemáticas como Bolsa de Mareo, Jarabe para la Tos, La Primera Vez, Olor a Gas. Luego de casi dos horas cerraron con Déjate Caer y fue el clímax de una noche del p…. Hasta cuecas cantaron los huevones.

Genial uso de las influencias primarias del Rock & Roll: Rockabilly, Twist, Merseybeat, la voz del Alvarito (Henríquez por si acaso) con ese airecito de Roy Orbison que se carga domina perfectamente las escalas que utilizan, mientras Titae (Roberto Lindl) es un show tocando el bajo, contrabajo o lo que se le ponga al frente. Angelito Parra parece haber heredado de algún modo el virtuosismo de su abuela Violeta Parra, solo que este man toca la guitarra, en cambio la señora componía varias de las canciones más icónicas de la música protesta.

A pesar de mi melomanía no he asistido a muchos conciertos, por eso los pocos que he visto de alguna manera me representan varias sensaciones, y más cuando los del frente saben lo que hacen. Y estos sabían bastante. Los seis años que se separaron parecen haberles dado nuevas fuerzas e ideas frescas. Vamo’ a ver si regresan pa’ oirlos. Cachai huevón?

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