martes, 5 de enero de 2010

ADIÓS... MUCHACHO

“No quiero que me lloren cuando me vaya a la eternidad, quiero que me recuerden como a la misma felicidad… Hoy estaré en el aire, entre las piedras, o en el palmar… estaré entre la arena y sobre el viento que agita el mar…”



Crecí oyendo su música, recuerdo esos sábados en la mañana que mi papá ponía el veintiúnico LP que teníamos del gitano, después yo lo ponía solito, me ponía a hacer dueto a viva voz con el de América. Mi mamá lo idolatraba, mi papá lo admiraba, yo... me quedo absorto al saber que se nos fue.

Uno de los pioneros del rock en Latinoámerica con Sandro y Los de Fuego; era uno de los que a mediados de los furiosos sesenta se reunía a cantar en ese rincón sagrado del rock argentino que es la Perla del Once, con Lito Nebbia, Pipo Lernoud, Miguel Abuelo, Ciro Fogliatta y, por supuesto ese guitarrero anónimo que Marcelo Piñeyro convirtió en leyenda con su película: Tanguito. No sé si el gitano era uno de los que tantas bromas le hacía a Tanguito, pero cantó con él, rockeó con él.

Al hacerse baladista, los rockeros lo despreciaron por ¨comercial¨ pero ahí se hizo leyenda, ahí empezó a enamorar a tanta mujer Latinoamericana con su voz pasional y, seguro también por sus movimientos. Luego fue reivindicado por la escena del rock y cantó con Charly García, con Pedro Aznar, con Raúl Porchetto y recibió homenajes, pero el mejor de todos se lo quiso hacer él mismo luchando hasta lo último de sus fuerzas por vivir, no lo logró... por eso ahora lo añoramos, por lo menos alcanzó a ver campeón por primera y única vez a su ¨Taladro¨ del alma, a su Banfield.

Che, vení pa' ver si tocamos una de esas que les encanta a las minas, traete la guitarra, cómo que cuál cantamos? Cualquiera che, si a vos te salen todas bien. Che no te vayas, vení che. Ta' bien.
Adiós pibe, adiós... muchacho.